Hacienda La Ciénega
HISTORIA

Nuestra historia

La poesía, poder y libertad habitan las paredes de La Ciénega

Desde 1695 las personas que habitaron la hacienda construyeron una historia donde el amor al Cotopaxi, el patriotismo y el romance fueron siempre los protagonistas. Al recorrer nuestra arquitectura original, vives una tranquila y acogedora inmersión al pasado.

A finales del siglo XVII, el Maestre de Campo Don Matheo de la Escalera y Velasco compró las tierras que formarían parte del mayorazgo en la región de la Sierra de Cotopaxi, que corresponden a la actual Hacienda La Ciénega

“Es una inmensa y riquísima hacienda perteneciente al Marqués de Maenza, caballero cruzado en España, de la orden llamada Calatrava y, en Francia, de la orden llamada Sancti Spiritus”

– Padre Jesuita Mario Cicala

El amor del heredero

El heredero del mayorazgo fue Gregorio Matheu de la Escalera, nieto del primer dueño, Caballero de la Orden de Calatrava y Del Espíritu Santo, encomendero de Archidona. De él se cuenta que se enamoró en Lima de la VI Marquesa María Ana de Aranda

y Guzmán (hija del Marqués de Maenza Manuel de Aranda Guzmán y Amalguer y Doña Josefa Ayesa y del Ponte), la raptó y la trajo a la Provincia de Quito escoltada por cien servidores. Una vez casados hicieron de La Ciénega su residencia.

El lugar escogido para estudiar el volcán

El siglo XVIII fue en la Real Audiencia una época de muy importantes acontecimientos, entre ellos cabe destacar la llegada a Quito de la expedición de los tres Académicos franceses el 29 de Mayo de 1736, con el fin de determinar la verdadera forma de la tierra y su magnitud: Carlos María de la Condamine, Pedro Bouguer y Luis Godín, quienes entablaron una gran amistad con el Marqués de Maenza, propietario de La Ciénega, en donde se alojaron hacia 1742, con el ánimo también de observar de cerca las erupciones

del Cotopaxi. La erupción del Quilotoa en diciembre de 1740 fue reportada por el mismo Marqués a La Condamine en París en 1751. Con el fin de estudiar el volcán Cotopaxi, el geógrafo y explorador Alexander von Humbolt llegó a la hacienda en 1802, junto a Aimé Bonpland y Carlos Montúfar para explorar la región y redescubrir la riqueza y valor de América

“Se ve al mismo tiempo y en proximidad estremecedora, el colosal volcán Cotopaxi, los picos titánicos de los Ilinizas, el nevado Quilindaña. Es una de las vistas más majestuosas e importantes que me han ocurrido en ambos hemisferios”.

– Alexander von Humboldt

Los sueños de libertad

De la descendencia de Gregorio Matheu de la Escalera, nacieron José Xavier y Francisco Xavier de Ascázubi, patriotas quiteños que tuvieron una importante actuación en la revolución de 1809; a petición del coronel de la Falange de Fernando VII, Francisco Xavier fue designado por la Junta suprema como teniente coronel. Y su hermano, José fue uno de los patriotas asesinados el 2 de agosto de 1810 que buscaban la libertad para los compañeros encarcelados que compartían sus sueños de independencia.

La persecución

Manuel de Ascázubi y Matheu, hijo de José Xavier de Ascázubi y María Rosa Matheu y Herrera, heredó de ellos su espíritu patriota, su compromiso con la patria lo volvió uno de los hombres más prestigiosos de su tiempo, fue nombrado vicepresidente de la República del Ecuador en 1849, además fue un importante miembro de la sociedad “El Quiteño Libre” y contrajo matrimonio con Carmen Salinas de la Vega, hija del prócer independentista Juan Salinas.

La persecución que vivieron los descendientes de las familias Ascázubi y Salinas por su ideología libertaria no los atemorizó ni un solo día, incluso cuando el Conde Ruiz de Castillo arrebató de ellos todos sus bienes, sin embargo, el Mariscal Antonio José de Sucre, al derrotar a las fuerzas españolas devolvió cada bien a su heredera original, María del Carmen Salinas de la Vega.

El legado patriota

Hija de María del Carmen, Avelina de Ascázubi y Salinas contrajo matrimonio con José María Lasso de la Vega y Aguirre, la pareja tuvo dos hijos que también tendrían una vida estrechamente vinculada a la realidad nacional del país, Juan Manuel Lasso de la Vega y Ascázubi fue senador de la República por la provincia del Carchi en 1916 y lideró el Partido Socialista Ecuatoriano en 1916, su hermana Avelina; por otro lado, fue esposa del presidente ecuatoriano Leonidas Plaza Gutiérrrez y llevó por dos ocasiones el cargo de primera dama de la nación.

Los días después

Con el paso del tiempo, la hacienda ha sido heredada por la descendencia de Juan Manuel Lasso de la Vega y Ascázubi, hasta llegar a nuestros días. Siendo una construcción resistente al paso del tiempo y enriquecida por las vidas de aquellos quienes la habitamos y quienes la visitan.

La Ciénega, se alimenta de las historias que vivimos, y quienes formamos parte de su historia queremos expandirla y compartirla con el mundo.
Bienvenidos.